María Fernanda Callejón y Ricardo Diotto están casados desde el 2014, y fruto de este amor tiene a su hija Giovanna de seis años, no obstante ello, esa hermosa historia de amor parecería estar atravesando una profunda crisis de pareja y llegando a su fin.
De acuerdo a la información que brindaron en el programa “Los socios del espectáculo”, María Fernanda Callejón y su esposo estarían separados de hecho, aunque respecto a la convivencia, los planes serían otros.
De acuerdo a lo dicho por la periodista Karina Iavícoli, en el ciclo que conduce Adrián Pallares y Rodrigo Lussich, la actriz y su esposo continúan pensando en modo familia aunque sentimentalmente se sientan distanciados como matrimonio, y en miras a mantener el bienestar de su pequeña hija, habrían decidido continuar viviendo bajo el mismo techo.
“Tomaron la decisión charlada de funcionar como familia, pero no como matrimonio. Son más bien socios.”
Asimismo, la panelista dio a entender que tanto Ricardo como María Fernanda ya tendrían asumido y acordado que cada uno es libre de seguir su propio camino en el plano amoroso, aunque tras ello, se atrevió a lanzar un picante comentario, sobre los pasos que habría comenzado a dar Diotto en busca de un nuevo amor.
“Me atrevería a decir que él tiene encuentros con una persona con la que cruza mensajes, que no es del medio.”
Si bien Iavícoli aseguró que la artista es consciente de la crisis matrimonial, aclaró que seguramente no estaba al tanto de las acciones de su marido en cuanto al intercambio de mensajes con otra mujer, por lo que dio a entender que Callejón se estaba enterando mediante su informe, aunque ambos protagonistas habrían desmentido los comentarios referidos a este tema.
Buscando soluciones
Recientemente, la vedette brindó declaraciones en “ArenaNews” para referirse a la relación que mantiene con “Ricky” desde hace diez años, donde contó las alternativas que estaban buscando para avivar la llama, después de tanto tiempo juntos.
Allí, María Fernanda Callejón expresó que con su pareja habían hablado de la posibilidad de abrir la mente para incluir otras personas en el plano íntimo, como una salida para la crítica situación matrimonial, que hoy los tendría nuevamente distanciados.