En los años 90 Paula Colombini supo consagrarse como una verdadera supermodelo y con sus ojos turquesas logró protagonizar las tapas de revistas más resonantes en el rubro de la moda, aunque el futuro le tenía deparado un destino completamente diferente.
Sucede que con el tiempo, Paula Colombini decidió alejarse del rubro del modelaje, pese al éxito que la llevó a acariciar la glorias con ambas manos, y se dedicó por completo a pulir sus gustos por la jardinería y la naturaleza, causando el asombro de todos los seguidores que obtuvo a lo largo de su carrera como modelo.
Es que aunque resulte extraño de creer, la artista se cansó de las grandes pasarelas, los lujos y la fama y encontró su lugar en el mundo mucho más cerca, en el patio de su casa, a donde logró construir una inmensa huerta a la cual le dedica no solo su tiempo, sino todo su corazón.
Si bien Paula admite que esta pasión por la jardinería fue en un principio la manera de canalizar la angustia por el encierro debido a la pandemia, con el tiempo se terminó convirtiendo en su gran pasión y el lugar donde pasa la mayor parte del tiempo.
Claro que no se conforma solo con el cuidado de las plantas, sino que también apuesta a perfeccionar siempre la técnica y se muestra muy estudiosa de todos estos temas que tanto le interesan, lo que le permite también compartir su experiencia con el público.
“Vegetariana, jardinera, huertera y compostadora”, son las palabras que eligió la retirada supermodelo de 49 años para definirse en su perfil de Instagram, desde donde presume orgullosa los frutos que obtiene de la tierra a la que tanta dedicación le otorga.
De esta manera, solo basta echar un vistazo en las fotos de su red social para confirmar que Paula está más feliz que nunca con este presente que vive, a dónde encuentra en el contacto directo con la naturaleza, las sensaciones más placenteras que le cuesta describir con palabras.
Gran proyecto
En diálogo con “La Nación”, la productora contó que está trabajando sobre un lindo proyecto para construir la terraza comestible más grande de Buenos Aires, una obra que quedaría terminada y lista para admirar a partir del próximo año.
Según adelantó, ese trabajo conjunto que encara junto al dueño de un viñedo, será en un futuro la manera de entablar contacto con chefs y bartenders que utilizan los productos de la huerta como su materia prima.
Asimismo, para Paula Colombini será la oportunidad de exhibir su habilidad con la jardinería y la naturaleza lejos de su vivienda y seguramente logrará cautivar a todos, como supo hacerlo en otras épocas, pero desde un rol completamente diferente.