Sylvester Stallone, al igual que otras prestigiosas estrellas de Hollywood, alcanzó una enorme fortuna en base a su trabajo, principalmente en el mundo del cine, pero también vinculado a otros proyectos y actividades.
Debido a estos elevados ingresos, la mayoría proveniente de su protagónico en “Rocky”, es que Sylvester Stallone decidió invertir su dinero en propiedades y, así en 2020 compró una increíble mansión ubicada en Miami, Florida.
Según contó el sitio estadounidense “TMZ”, la lujosa vivienda elegida por el actor le costó poco más de 35 millones de dólares y está situado en uno de los sitios más potentados que elijen los famosos; como Donald Trump, la dinastía Lauder, Rod Stewart y Ariana Grande, que prefieren la zona por su exclusividad y su acceso al mar.
Al respecto de la propiedad, supimos que es de dos pisos y que cuenta con seis dormitorios, seis baños, un gimnasio y una cava de vinos; todos estos ambientes constan de piso de madera y de grandes ventanales que permiten el cálido acceso a la iluminación natural.
Por otro lado, la mansión del director de cine tiene en total 1200 metros cuadrados, donde además del inmueble principal, tiene otra casa para las visitas y una cabaña, todas con una extraordinaria vista y acceso a la pileta en forma de ojo y con spa incluido.
Al mismo tiempo, como no podía faltar el espacio de calma y relajación, la residencia también cuenta con un muelle y una playa privada de 100 metros de largo, lo que se presume sería uno de los espacios favoritos del protagonista del icónico personaje 'Rocky Balboa'.
En conclusión, la adquisición de esta vivienda por parte del artista, sin lugar a dudas se trató de un gran acierto, principalmente teniendo en cuenta lo mucho que disfruta de su tiempo libre en compañía de su esposa Jennifer Flavin.
El acuerdo entre estrellas
Para poder acceder a la compra de esta impresionante morada, el guionista tuvo que poner en venta la propiedad de 14 mil metros cuadrados que tenía en Beverly Hills y que finalmente negoció con la cantante Adele, a cambio de 58 millones de dólares.
Aunque parezca una cifra elevada, lo curioso es que se trata solo de la mitad de lo que pedía el productor, ya que en un principio puso el precio de 110 millones de dólares y ante la imposibilidad de venderla por ese monto, tuvo que reducir el costo a la mitad.
De esta manera, las estrellas negociaron; Adele se quedó con su millonaria vivienda y Sylvester Stallone hizo lo propio con la mansión de Palm Beach.