Como parte de la investigación realizada por el Colisionador de Hadrones, se han revelado algunos datos cuanto menos curiosos a principios de este 2022.
Durante el mes de enero, los físicos a cargo del Colisionador de Hadrones descubrieron la producción de una rara partícula durante las colisiones de iones pesados.
Según los resultados obtenidos, estos núcleos atómicos de plomo y despojados de sus electrones fueron forzados a una aceleración cercana a la velocidad de la luz y en el plasma resultante se detectó más de cien mesones X (3872) o partículas X que no se condicen en el modelo de quarks existente.
La interpretación que los investigadores dan a este fenómeno, se basa en la creencia de que se llegaron a reproducir en el acelerador una mezcla de partículas, la cual existió en los primeros instantes al Big Bang.
Por esos momentos, el universo era un turbulento plasma de quarks y gluones. Estas partículas se unieron por un corto lapso generando múltiples de combinaciones que fueron expuestas a temperaturas de un billón de grados.
Luego, estas partículas se enfriaron, se asentaron y derivaron en la conformación de neutrones y protones ordinarios. Pero en ese breve lapso posterior al enfriamiento, existieron una gran cantidad de partículas exóticas de corta duración.
Ahora, los investigadores creen que pueden ser esas mismas partículas las que se crearon en el Colisionador, significando la capacidad de recrear un momento único y que solo fue posible hace millones y millones años atrás.
Único en el mundo
El Gran Colisionador de Hadrones es un acelerador de partículas, es el de mayor energía y la máquina más grande construida por el hombre.
Está ubicado en un túnel de 27 kilómetros de circunferencia, a 175 metros bajo tierra entre la frontera de Francia y Suiza, cerca de la ciudad de Ginebra.
El Gran Colisionador de Hadrones Fue construido por la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) entre 1998 y 2008 con la colaboración de científicos de más de 100 países del mundo.