Viernes 17 de Noviembre 2023
LECHE DE SOJA

La leche de soja llegó para quedarse

Te contamos sobre los beneficios de la leche de soja y te enseñamos cómo hacerla en casa.

(Fuente: Instagram).
Escrito en ESPECTÁCULOS el

El origen de la leche de soja. Los chinos consideraban a la soja como una de las cinco semillas sagradas junto con el arroz, el trigo, la cebada y el mijo. Durante mucho tiempo su consumo se limitó a ese país asiático, luego se extendió a Japón y en el siglo XX tuvo una notable expansión mundial.

La receta que te proponemos a continuación para la creación de leche de soja nos permite obtener un producto muy amable para la digestión, con beneficios comprobados como disminución de la presión arterial, disminución del colesterol, mejora de la función cardíaca, entre otros.

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Nos servirá como bebida vegetal, en preparados que la requieran o para hacer tofu, yogurt y otros (como veremos en otros artículos). Para ello vamos a necesitar unos pocos elementos.

Una de las características que diferencian a la soja de otras legumbres es su alto contenido de proteína, superando el 30% en la mayoría de las variedades y llegando casi hasta el 40% en algunas.

Al igual que todos los cereales y legumbres, contiene alguna cantidad de “antinutrientes”. Se trata de compuestos químicos que podrían obstaculizar la digestión y absorción de nutrientes. Esto se soluciona fácil: con remojo, cocción y/o fermentación.

Ingredientes y elementos para la leche:

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Porotos de soja (la cantidad que desees, sugerimos al menos 500 gr)

Bolsa para leche vegetal o una tela para filtrar

Licuadora, procesadora o minipimer.

Olla y recipientes grandes.

Vamos a comenzar poniendo en remojo los porotos durante al menos 12 horas, puede ser más. A veces nos pasa que los dejamos en remojo y luego tenemos que esperar más de un día por falta de tiempo, en ese caso le cambiamos el agua y los reservamos en la heladera.

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Una vez remojados los porotos, escurrimos el agua y los vamos a licuar o procesar. Nuestra sugerencia es usar licuadora si disponemos de una, va a ser más rápido, en otro caso se puede usar procesadora o minipimer sin inconvenientes.

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Para procesarlos vamos a utilizar una parte de porotos remojados y dos partes de agua limpia, durante un minuto y medio. Si usamos procesadora es mejor darle un poco más de tiempo al procesado.

Dada la capacidad habitual de los vasos de licuadoras y similares, es casi seguro que tengamos que repetir este proceso varias veces. Mientras tanto vamos reservando el líquido en algún recipiente grande, como una olla o aquello que tengamos a mano.

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Vamos a filtrar. Existen unas bolsas específicas para leches vegetales, si no disponemos de una puede servir cualquier tela limpia que no desprenda colores. La ubicamos sobre la boca de una olla, haciendo un hueco para el líquido.

Una vez vertido el líquido dentro de la tela, juntamos los extremos y con mucho cuidado vamos enrollando y generando presión. De esta manera el líquido va siendo expulsado de la bolsa mientras la parte sólida queda dentro.

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Ese resultante sólido se llama “bagazo” u “okara” (noble residuo, en japonés). Este subproducto tiene muchos usos posibles, desde galletas, rellenos hasta un reemplazo vegano para la ricota. En otro artículo traeremos ideas para usarlo.

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Falta un paso para que tengamos nuestra leche de soja lista para consumir, la cocción. Ponemos la leche en una olla a fuego fuerte hasta que hierva, luego podemos bajar y mantenerla en hervor durante quince minutos.

Es importantísimo acompañar el proceso retirando la espuma y la nata que se forma en la superficie, podemos hacerlos con una espumadera, una cuchara o similar. En caso de no hacerlo la espuma va a subir y a rebalsar, generando un contratiempo molesto.

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Una vez transcurridos los quince minutos apagamos el fuego, dejamos enfriar y ¡listo! ya tenemos nuestra leche de soja lista para consumir o usar en cualquier preparado que requiera de ella.

Consejo útil.

Si vamos a usarla para consumir como bebida láctea puede que la reducción que sucede durante la cocción la haga un poco densa, dependiendo del gusto de cada persona. En ese caso, podemos agregar un poco más de agua antes o después de cocinar.

Es cierto que lleva su trabajo, sí, pero es extremadamente económica y rendidora. Además nos aseguramos la calidad y pureza de una leche de soja sin agregados químicos. Una vez que le agarremos la mano nos haremos habitués de esta receta tan saludable.