Hay partidos que se juegan con los pies, y otros que se sienten con el alma. Este 4 de septiembre, Lionel Messi saldrá al césped del Monumental para disputar su último encuentro de Eliminatorias en suelo argentino. A los 38 años, el capitán de la Selección se despide de una etapa que lo vio brillar en cada rincón del país, desde Córdoba hasta Santiago del Estero, con goles que ya son parte de la memoria colectiva.
Desde aquel debut en casa contra Perú en 2005, cuando tenía apenas 18 años, hasta el presente, Messi acumuló 45 partidos como local con la celeste y blanca. En ese recorrido, dejó 35 goles —23 por Eliminatorias y 12 en amistosos— y 20 asistencias. Es decir, participó directamente en 55 goles. Un promedio que no solo habla de eficacia, sino de una conexión emocional con el público argentino que lo ovacionó en cada estadio.
El Monumental fue su escenario predilecto: allí jugó 24 veces y marcó 22 goles. Pero también dejó huella en Mendoza, Córdoba, San Juan, La Plata y Santiago del Estero. En esta última ciudad, por ejemplo, anotó cuatro tantos, incluyendo un triplete ante Curazao en 2023. Y en Buenos Aires, su romance con la red incluyó joyas como los tres goles ante Bolivia en 2021 y otro hat-trick frente a Haití en 2018.
La cita de este jueves contra Venezuela no será solo un trámite deportivo. Con Argentina ya clasificada al Mundial 2026, el partido se convierte en una celebración, una despedida, un homenaje. Messi lo sabe, lo siente, y lo dijo: será “muy especial”. Lo acompañarán su familia, sus compañeros y más de 60 mil personas que buscarán retener, aunque sea por 90 minutos más, al ídolo que convirtió cada partido en ilusión y fiesta.
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Después vendrán giras, amistosos, quizás alguna sorpresa. Pero este partido tiene algo irrepetible: es el último baile de Messi en casa por Eliminatorias. Y si hay algo que aprendimos en estos 20 años, es que cuando Leo pisa el césped argentino, no hay estadísticas que alcancen para explicar lo que pasa. Hay que estar ahí. Hay que sentirlo. Hay que aplaudirlo. Gracias, Lionel. Gracias, Capitan...