María Sharápova volvió a estar en boca de todos, pero esta vez lejos de las canchas. A sus 38 años, la exnúmero uno del mundo se enfrentó al desafío de las alitas picantes en el programa Hot Ones de YouTube, donde entre risas, lágrimas y mucho picante, compartió confesiones íntimas sobre su carrera y su vida post-tenis.
Durante la entrevista con Sean Evans, Sharápova explicó el origen de sus famosos gritos en la cancha: “Me gustaría decir que eran un factor de intimidación, pero sería mentira. Empecé a hacerlo desde joven, simplemente funcionó, y seguí haciéndolo. El sonido se volvió cada vez más fuerte. Aunque, podrían ser aún más fuertes con estas alitas”, bromeó mientras luchaba contra el picante.
La extenista también reflexionó sobre uno de los momentos más duros en la carrera de cualquier deportista: perder una final y tener que presenciar la coronación del rival. “Es uno de los momentos más difíciles como tenista. No muchos deportes obligan a la subcampeona a quedarse en la pista mientras se entrega el trofeo”, confesó con la voz quebrada.
Además de sus logros deportivos —36 títulos, incluidos cinco Grand Slams— Sharápova se ha reinventado como empresaria y figura pública. Recientemente fue embajadora de la campaña Perfect Serve de Stella Artois en Wimbledon, donde sirvió cervezas junto a David Beckham.